Las actitudes homofóbicas y transfóbicas vulneran la respuesta de las comunidades ante el flagelo de las Infecciones de Transmisión Sexual.
Desde hace algunos años, el Centro de Salud de la Zona Tres en Guatemala se ha constituido como un referente nacional en la atención a las Infecciones de Transmisión Sexual con grupos de Gays, Bisexuales, Trans, Trabajadoras y Trabajadores Sexuales. Desde hace algunos años también ha recibido el acompañamiento y asistencia técnica de varias agencias de cooperación, ONGS y grupos de base comunitaria, que han reconocido la calidad del quehacer de su personal así como la importancia estratégica que supone para la respuesta a las ITS y al VIH.
Sin embargo, algunas irregularidades, influencias y actitudes discriminatorias están opacando estos avances. Hace algunos meses fue transferida la encargada de la recepción y se ha integrado al personal a Rosa Mérida, quien ha sido acusada de ofender a usuarias y usuarios del centro. Ante los hechos, una comisión liderada por la Red Nacional de Diversidad Sexual y VIH de Guatemala –REDNADS- ha manifestado su descontento a la Directora del Área de Salud Central, Ileana Rabanales, que no ha manifestado acuse de recibo de la correspondencia; al jefe de personal del Ministerio de Salud Pública, César González Luna; a la Directora del Sistema Nacional de Atención en Salud, Xiomara Castañeda; e incluso al Viceministro técnico, Pedro Rosales, quienes han reconocido la necesidad de resolver la situación, que está provocando una verdadera desbandada de las usuarias y usuarios.
El trasfondo para la remoción de la funcionaria mencionada es su pertenencia al directorio de uno de los sindicatos más fuertes dentro del Ministerio de Salud Púbica y Asistencia Social. Basada en esa pertenencia ha hecho alarde de su inamovilidad incluso con la directora del centro, quien la ha llamado al orden infructuosamente. En Guatemala no resulta sorprendente la influencia de grupos paralelos de poder en todas las esferas, pero este caso sorprende el silencio, el tráfico de influencias y complicidad de algunos funcionarios del ministerio, quienes simplemente han hecho oídos sordos a las denuncias de los grupos de base comunitaria, la Red Legal de Derechos Humanos y VIH y REDNADS. Por si fuera poco, se han encauzado varias denuncias en la Procuraduría de Derechos Humanos, que ha acompañado el proceso y emitido comunicación respecto reconociendo el alcance de la situación.
Yanira Tobar, presidenta de la Organización Mujeres en Superación y punto focal de la REDTRASEX en Guatemala, lamentó: “La situación es insostenible, pues las situaciones dadas en el referido centro vulneran el derecho a la salud de las poblaciones usuarias y afectan la respuesta al VIH. Es triste ver cómo personas de la Diversidad Sexual, las trabajadoras y trabajadores sexuales deben enfrentar la homofobia, la violencia y la impunidad en sus contextos y que además deban llevar esta carga tan pesada en los centros donde acuden para acceder a los servicios de salud ”.
Es importante destacar los avances que en materia de atención en VIH han alcanzado los movimientos sociales en el país, pero es importante señalar también las debilidades que en materia de prevención son evidentes. Los grupos de base comunitaria ven con temor la transición del Ministerio de Salud como receptor principal del Fondo Mundial, pues no ha demostrado –particularmente en este caso- voluntad política para erradicar las manifestaciones homofóbicas e intolerantes dentro de su red de servicios.
Carlos Romero Prieto
Equipo de Corresponsales Clave
Guatemala – 17 de junio de 2010
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